La película que vamos a ver hoy es del año 1950 y está
dirigida por Joseph L. Mankiewicz,
uno de los grandes directores que cuenta en su haber con películas como La Huella o Cleopatra.
Protagonizada por una enorme Bette Davis en el papel de Margo
Channing, y por Anne Baxter en
el papel de Eva Harrington. Esta película fue ganadora de numerosos premios en
su año, entre ellos el codiciado Oscar a Mejor Película, categoría en la que
estaba nominada también otra de las películas de las que hemos hablado en este
blog, Sunset Boulevard, y con la que
esta película guarda muchas similitudes.
De nuevo nos encontramos aquí con una película que empieza
por su final, y en ciertos momentos de la película son los propios actores los
que van narrando los sucesos, como si fueran un espectador más que nos intenta
explicar lo que está sucediendo en pantalla y como lo vivieron ellos. Estos
recursos nos recuerdan también a los empleados en Sunset Boulevard.
El argumento de Eva al Desnudo (o All About Eve en su
versión original) nos lleva al mundo del teatro, a un mundo de fama, envidias y
celos en el que todo es válido por conseguir el éxito. Si nos gustan las películas de intriga y de dobles juegos, Eva al Desnudo cumplirá con creces nuestros deseos.
Lo que empieza como el simple acercamiento de una fan, Eva,
a su ídolo, la mundialmente conocida actriz de teatro Margo Channing, acaba en
un juego de intrigas en el que los personajes se van desenmascarando poco a
poco en su camino hacia el éxito.
EL GRAN TEATRO
La historia comienza cuando Karen Lloyd (Celeste Holm) íntima amiga de la famosa
actriz Margo Channing encuentra en la puerta del teatro a una joven que cada
día acude a ver la obra. Se trata de Eva Harrington, una joven que parece recién
llegada a la gran ciudad, y cuya máxima aspiración es conocer a su ídolo.
Margo se siente reticente ante esto, ya que para ella los
fans son simplemente “cazadores de autógrafos”
(esta frase suena muy real hoy en día, donde muchos famosos se quejan de que
los fans son simplemente cazadores de
fotos)
Tras un primer contacto, Margo queda cautivada por la
inocencia y la dulzura de la joven, y la introduce en su círculo de amigos y en
su vida. Poco a poco Eva empieza a estar cada vez más integrada en el día a día
de Margo, y parece que su figura está omnipresente en la vida de la actriz.
Con una candidez que cautiva a todos, y que sin embargo
consigue sacar de sus papeles a Margo, Eva se va haciendo el centro de todas
las miradas y comentarios. Es en estos momentos cuando todo el mundo que Margo
había construido a su alrededor parece derrumbarse. Su relación de pareja
empieza a tambalearse, la confianza con sus amistades a perderse, y todas sus
inseguridades salen a la luz.
Margo se siente indefensa ante el mundo en el que ha vivido
siempre, la edad es un peso cada vez mayor para ella que le condiciona su día a
día. No acepta que su papel ha cambiado y que debe adaptarse a las situaciones.
Llama la atención la escena de la fiesta en casa de Margo
(¿habéis sido capaces de reconocer a una jovencísima Marilyn Monroe?) en la que
uno de los invitados le da a ella el abrigo para poder hablar con Eva. En este
momento se nos muestra que Margo es ahora la secundario de una función que es
su propia vida.
Mientras tanto, la figura de la verdadera Eva cada vez sale
más a relucir, y finalmente, y utilizando su inocencia como arma consigue un
papel como sustituta de Margo.
LA DOBLE CARA DEL
TEATRO
Poco a poco conforme avanza la película vamos
desenmascarando a Eva, viendo su verdadera cara. Una cara que muestra ambición,
premeditación en sus acciones, una cara en la que es difícil diferenciar entre
lo real y lo irreal, tal y como ocurre en el teatro.
Según la propia Eva “llegar
a ser actor es querer ser eso más que nada en el mundo. Aunque no quede nada
más, siempre quedarán los aplausos”. El poder ser la estrella de la función
es la principal ambición de Eva, y sacará a relucir todas sus armas para poder
conseguirlo, logrando poner en contra de Margo a todo el mundo.
Sin embargo Margo empieza a ser consciente de la situación,
ya no es Eva la que le preocupa sino su propio carácter, su propio control. Se
da cuenta de que tiene que tomar las riendas de su vida, dejar de darlo todo
para ser la estrella de la función y focalizarse en su vida fuera de los
escenarios que es lo que realmente la satisface.
Mientras, Eva quiere ocupar a toda costa el lugar de Margo,
robarle su pareja, su obra, su camerino; en definitiva, Eva quiere robarle su
vida a Margo.
Finalmente Margo renuncia al teatro, su vida ahora tiene
cosas más importantes que requieren de su atención y su tiempo, y Eva consigue
el papel que iba a protagonizar Margo en una nueva obra de teatro.
LA HISTORIA SIEMPRE
SE REPITE
Eva finalmente es desenmascarada por el crítico de teatro Addison DeWitt (George Sanders), el mismo que la había
encumbrado al éxito con sus críticas finalmente logra destapar a Eva, averiguar
su verdadera historia y como había tenido que huir de su ciudad tras un
escándalo de infidelidades.
Sin embargo Addison está enamorado de Eva, y esta, con su
juego de engaños, chantajes y dobles caras ha creado su propia jaula. El
crítico la chantajea y a cambio de no revelar ninguna de las artimañas creadas
por ella, la obliga a casarse con él. Eva, cuyo único sueño y ambición siempre
ha sido la fama no le queda más remedio que aceptar si quiere seguir
perteneciendo a ese mundo.
Finalmente cada uno consigue lo que quiere, Eva es una
reconocida y premiada actriz de teatro aunque ha debido de renunciar a su
felicidad para conseguirlo, y Margo ha encontrado la estabilidad que tanto
buscaba al lado de su marido y sus amigos.
Sin embargo, en los últimos minutos de la película una dulce
e inocente joven se presenta en la habitación de Eva. La historia se vuelve a
repetir.
Esta película nos muestra la cara y la cruz del mundo del
teatro. Como la ambición, las intrigas y los complots pueden catapultarnos al
éxito y al reconocimiento, pero hay que pagar un alto precio por ello. A veces,
la verdadera felicidad la tenemos en las cosas y personas que tenemos a nuestro
lado y no en las más altas “estrellas”.
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